Los primeros años son fundamentales para transmitir valores, conocimientos y actitudes a los hijos. Y una de las lecciones que tienen que aprender cuanto antes consiste en entender y amar a la naturaleza, contribuyendo a preservarla.
Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio, la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) ha elaborado estos 10 consejos para que los padres y madres empecemos a transmitir esta enseñanza a los más pequeños.
1. Empieza por familiarizar al niño con las cosas naturales que hay en su entorno: plantas, pájaros, insectos, árboles, flores, etc. Busca un entorno natural cercano al domicilio, un jardín o un parque, y procura que el niño tome conciencia de que es un lugar agradable para disfrutar y donde conviven plantas, animales, árboles, etc.
2. Al volver a casa, puedes sensibilizar al niño por las cuestiones medioambientales haciendo una comparativa respecto a la contaminación de su entorno próximo: los ruidos, los humos, los olores, la suciedad de las calles, etc.
3. Proporciónale experiencias y ejemplos a través de los cuales pueda comprender la transformación de la naturaleza por la influencia de los cambios del clima y de los fenómenos naturales como la lluvia o la sequía (mojado-seco), frío-calor, etc.
4. Destaca ante tu hijo el valor de las profesiones de las personas que se encargan de cuidar y limpiar la ciudad y el parque: basureros, barrenderos, jardineros, etc., y reflexiona con él sobre lo que ocurriría si esas profesiones no existiesen. Y, por supuesto, recicla tu basura (cada cosa a su contenedor), con su colaboración.
5. Ayúdale a conocer las plantas y las flores –seguro que en tu casa tienes algunas–: sus partes externas, los cuidados que necesitan, lo que nos proporcionan, las clases y nombres, etc. Que descubra cómo nacen y crecen, que necesitan respirar y alimentarse para crecer como nosotros, etc. Un paso más sería incentivar al niño a que plante semillas y cuide del crecimiento de la planta, comprobando la necesidad de la luz del sol y del agua para que crezca.
6. Proporciona a tu hijo ocasiones para que se acerque al mundo animal (pájaros, perros, gatos, hormigas, caracoles, etc.), que conozca y comprenda su forma de vida y sus necesidades, aprendiendo a cuidarlos, quererlos y respetarlos.
7. Al menos una vez al año, visita junto con tus hijos un museo de ciencias naturales. No es excusa que esta visita la realice con el colegio, debe hacerla también acompañado de sus padres. Al llegar a casa,hablad sobre lo que habéis visto y procura que el niño comparta sus impresiones y realice dibujos sobre lo que más le ha impresionado.
8. Revisa la programación de televisión para ver juntos los programas que guardan relación con la Naturaleza y los fenómenos naturales (animales, plantas, volcanes, huracanes, etc.).
9. No olvides que, al fomentar en el niño el amor por la naturaleza, le debes también alertar sobre las precauciones que debe tomar para evitar picaduras de avispas, accidentes, etc. No se trata de que se vuelva miedoso, sino precavido, conociendo los peligros para poder evitarlos.
10. La educación ambiental no podemos entenderla si no es de manera paralela y simultánea con lo que tradicionalmente conocemos como educación en valores. Difícilmente un niño cuidará el medio ambiente si no se cuida a si mismo, difícilmente respetará la naturaleza si no se respeta a sí mismo y a los demás.
1. Empieza por familiarizar al niño con las cosas naturales que hay en su entorno: plantas, pájaros, insectos, árboles, flores, etc. Busca un entorno natural cercano al domicilio, un jardín o un parque, y procura que el niño tome conciencia de que es un lugar agradable para disfrutar y donde conviven plantas, animales, árboles, etc.
2. Al volver a casa, puedes sensibilizar al niño por las cuestiones medioambientales haciendo una comparativa respecto a la contaminación de su entorno próximo: los ruidos, los humos, los olores, la suciedad de las calles, etc.
3. Proporciónale experiencias y ejemplos a través de los cuales pueda comprender la transformación de la naturaleza por la influencia de los cambios del clima y de los fenómenos naturales como la lluvia o la sequía (mojado-seco), frío-calor, etc.
4. Destaca ante tu hijo el valor de las profesiones de las personas que se encargan de cuidar y limpiar la ciudad y el parque: basureros, barrenderos, jardineros, etc., y reflexiona con él sobre lo que ocurriría si esas profesiones no existiesen. Y, por supuesto, recicla tu basura (cada cosa a su contenedor), con su colaboración.
5. Ayúdale a conocer las plantas y las flores –seguro que en tu casa tienes algunas–: sus partes externas, los cuidados que necesitan, lo que nos proporcionan, las clases y nombres, etc. Que descubra cómo nacen y crecen, que necesitan respirar y alimentarse para crecer como nosotros, etc. Un paso más sería incentivar al niño a que plante semillas y cuide del crecimiento de la planta, comprobando la necesidad de la luz del sol y del agua para que crezca.
6. Proporciona a tu hijo ocasiones para que se acerque al mundo animal (pájaros, perros, gatos, hormigas, caracoles, etc.), que conozca y comprenda su forma de vida y sus necesidades, aprendiendo a cuidarlos, quererlos y respetarlos.
7. Al menos una vez al año, visita junto con tus hijos un museo de ciencias naturales. No es excusa que esta visita la realice con el colegio, debe hacerla también acompañado de sus padres. Al llegar a casa,hablad sobre lo que habéis visto y procura que el niño comparta sus impresiones y realice dibujos sobre lo que más le ha impresionado.
8. Revisa la programación de televisión para ver juntos los programas que guardan relación con la Naturaleza y los fenómenos naturales (animales, plantas, volcanes, huracanes, etc.).
9. No olvides que, al fomentar en el niño el amor por la naturaleza, le debes también alertar sobre las precauciones que debe tomar para evitar picaduras de avispas, accidentes, etc. No se trata de que se vuelva miedoso, sino precavido, conociendo los peligros para poder evitarlos.
10. La educación ambiental no podemos entenderla si no es de manera paralela y simultánea con lo que tradicionalmente conocemos como educación en valores. Difícilmente un niño cuidará el medio ambiente si no se cuida a si mismo, difícilmente respetará la naturaleza si no se respeta a sí mismo y a los demás.
Información aportada por: Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE)
FUENTE: http://www.crecerfeliz.es/Ninos/Desarrollo-y-aprendizaje/educar-su-amor-al-medio-ambiente